Es entretenido ver como las cosas comunes q usualmente pasamos por alto, de un momento a otro, cuando la situacion lo amerita, nos sacan de ese usual ensimismamiento en el q sorprendentemente y sin darnos cuenta nos solemos sumir.
Hoy, como se me a hecho rutina, viajaba de vuelta a santiago, hiba leyendo un libro q me recomendo una copmpañera. A mi lado hiba una señora joven con su hijo q recien estba esbozando sus primeras palabras y que parecia asombrado de ver a su lado una persona q no disfrutaba del paisaje q privilegiademente le ofrecia su asiento, y mas incomprensible aun para el, verme sumergida en una ensalada de simbolos sin sentido.
Mi viaje duro cerca de 3 horas, de las cuales mas de la mitad pase intentando leer sin desconcentrarme por las innumerables morisquetas que me hacia mi joven compañero de asiento. Ya casi, llegando a mi destino como es comstumbre antes de entrar a la ciudad pase por una poblacion y algo en la trama de mi lectura me hizo detenerme por un momento y ver hacia afuera. Me sorprendio ver una bandera chilena en una casa, y luego otra a su lado y otra y otra, mas de la mitad de las casa de la poblacion lucian orgullozas cual testimonio de su pobreza la bandera del pais. Lo que me hizo intentar recordar en cuantas partes habia visto antes, casas luciendo banderas fuera de las fechas acostumbradas para ello (llamense fiestas patrias).
Que orgullozos de ser chilenos se sienten los menos favorecidos por su patria, los mas aborrecidos por ella, los mismos que son exiliados a la periferia de las cuidades para no ser vistos por aquellos que ante su pobreza se siente incomodos y ante su patriotismo avergonzados.
Cuan ingrata me senti al darme cuenta de que, aun, siendo favorecida en lo material, me avergonzaba de no tener quizas el dinero suficiente para comprarme el ultimo celular o para gastar a mi antojo.
Cuanto mas avergonzada me senti, al darme cuenta de que compartiendo con gente que vive esa realidad, en mi fuero interno sentia cierta incredulidad ante su situacion y, catalogandolos de resentidos, veia en menos su reclamos.
domingo, 21 de octubre de 2007
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